sábado, 25 de diciembre de 2010

Verano en pleno Diciembre.

Querido Diciembre:
Vienes a visitarme y yo no se si estoy dispuesta a recibirte. A la gente le gustas, y a mi también, pero a veces me haces daño. No quiero pensar si traes contigo momentos duros o si los traes bonitos. No quiero saberlo, prefiero que te vayas mostrando poco a poco. Tengo miedo de que al irte te lleves contigo lo poco que queda en mi de la niña que fui, o soy. No se si quiero crecer. Diciembre, me haces dudar. Eres como el último soplo de tranquilidad, siempre el último, Diciembre, no te cansas de serlo. Por eso no quiero que empiezes, porque contigo todo finaliza (y comienza). Que triste es pensarte, Diciembre. Quizás cuando estoy con Agosto te añoro, pero ahora quisiera tenerte lejos. O no tenerte.
Diciembre, a veces me equivoco y por qué no va a ser este otro de mis errores.

lunes, 15 de noviembre de 2010

!

Y al cerrar los ojos puedo imaginarte. Y al abrirlos la realidad te delata.
Y al cerrar los ojos puedo tenerte. Y al abrirlos, esta vez, la realidad me delata a mi.

jueves, 21 de octubre de 2010

Silencio.

Si me hablas, mi mente corre mil veces más deprisa que mi voz, y aunque quiero decirte mil cosas inteligentes, bonitas y sinceras, mis labios titubean.

Tonta.

Todos los lugares prohibidos de mi, tú los quieres encontrar. Los ratos que guardo para otro, los quieres aprovechar. Sabes que yo no te espero, que no te puedo querer. Sabes que aunque me duela, yo contigo jugaré. Y te ofreces sin dudarlo a ser usado por mi. Y me dices mientras ries: "puedo hacerte muy feliz".

lunes, 13 de septiembre de 2010

Miedica.

Tengo miedo a equivocarme. Equivocarme contigo. Y equivocarme yo misma. Contigo por creer que esperas lo mismo que yo, por creer que no esperas nada de mí, por creer que a veces te duermes pensando en mi, por ilusionarme al notar que me miras, por los nervios antes de decirte cualquier cosa, por creer que algún día esto pasará a ser algo más. En definitiva, equivocarme contigo por creer que esto puede llegar a existir. Conmigo misma por hacer que mi vida gire solo entorno a ti, por no atreverme a dar el paso, por pensar que el tiempo me pondrá a tu lado, por dormir sonriendo al pensar que te pillé mirándome, por creer que me hace feliz simplemente el estar cerca de ti, por dudar de que yo pueda llegar a ser para ti lo que tú eres para mí. En definitiva, equivocarme conmigo misma por ser una cobarde que lucha por dejar de serlo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Boba.

Y mis ojos recorren cada detalle de él, lentamente, con disimulo, muy atenta, disfrutándolo. Pero he de conformarme con mirarle. Con que sus dedos rocen los míos al pasarle algún objeto, o cuando sus ojos se clavan en los míos y hace que me derrita por dentro.
Ahora pienso que él es consciente de todo. Sabe que solo estoy pendiente de él, que mi risa es más autentica cuando me rio con él, que el tiempo a su lado lo es todo para mí. Lo sabe y me provoca. Y puede que esto no sea así, que sea todo una invención mía pero entonces es aún más irresistible.
Yo sigo viviendo con la idea de que algún día venga a tirarme piedrecitas a mi ventana...

martes, 24 de agosto de 2010

Him.

Compartiendo muchos momentos pero esperando solamente uno. Detalles de los que me dejan cara de boba. Conformarme con tenerte en mi cabeza, pero preferirte sobre mi almohada. Y no quiero pensar que no ocurra. Y que no haya ocurrido. Y que no esté ocurriendo. Y que yo siga soñando cada día contigo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Con fuerza y decisión.

Ahora sí.
Prometo dedicarme solamente a mi.

jueves, 15 de julio de 2010

y...

Anímate. A veces hay que arriesgarse. Dejar todo atrás y que no importe nada el resto salvo lo que tú quieres, sientes y te apetece. Porque pensar mucho solo lleva a perder las ocasiones de hacer que suceda lo que crees imposible. Da un paso hacia delante y toma la iniciativa. Si vives de lo seguro, sin arriesgar, con la duda de qué ocurrirá, pensando en las consecuencias, te quedas tranquilo pero sin las ganas. Si tienes la duda del no, también es posible el sí.
y… por qué no?

miércoles, 2 de junio de 2010

Me quedo con esto.

Con las miradas sin motivo. Con un adios común. Con una sonrisa expontánea.
LLevo varios días soñando contigo.

lunes, 31 de mayo de 2010

5 lunares.

Y conseguiste que aún me interesara más por ti. Con conversaciones normales, miradas marcadas en un punto, miradas distintas, miradas... Conseguiste que mi ración de realidad fueras tú.
Y conté los lunares de tu cuello, y los miré, de lejos, y sentí unas ganas locas de tocarlos con mis dedos. Luchar por escuchar lo que dice, y disimular, porque no puedo oirle si no es leyendo sus labios. Despiertan mis ganas de abrazarle. Se matan las ganas de rendirme. Pero no puedo dejar de pensar que es efímero, que terminará, y que puede que mi ilusión supere mi realidad.
Me ilusiono con cosas normales, pero que vengan de él. Y ahora pienso, que él es mi droga más adictiva, y ahora creo que todo es por él.

martes, 18 de mayo de 2010

Detalles.

Entre aburrimiento y desgana me movía, pero cogí fuerzas y me lancé a lo que esperaba que fuera una noche de sábado más. Conversaciones solitarias que te hacen sentir mejor. Cerveza. Cambio de ubicación y la cosa mejora mucho. Risas, historias tontas, miradas a escondidas y más cerveza. Algún pitillo. Conversaciones de dos, toma de contacto. Gorras. Y de pronto compartimos algo, por primera vez. Muy buenos ratos. Muchas risas. Muy bien. Una confusión por el fuego y, como recompensa, como gran recompensa, un detalle de esos pequeños que cambian la vida. Una flor inesperada con una mirada que te hace pensar: "¿En serio?".

jueves, 6 de mayo de 2010

Olvido.

Recuerdos del sofá que aguantó nuestras miradas, que soportó tanta indiferencia, que tuvo que ver como miles de palabras desgastadas pero llenas de rencor se cruzaban entre nuestras bocas. Recuerdos del césped, que murió aplastado por revolcones, una guerra que ni tú ni yo ganamos. Recuerdos del coche que recorrió mil veces el camino de mi casa y distancias incontables para ir a ninguna parte. Recuerdos de las noches en las que la cama se me hacia pequeña de las vueltas que provocaba para no pensar más. Recuerdos de las horas muertas en cualquier lugar y en ningún tiempo. Recuerdos que ahora olvido porque así más fácil es.

martes, 6 de abril de 2010

Dulce soledad.

Y me choco una vez más con la realidad. Pensaba que la soledad era mínima, o que no existía, incluso que era buena. Pero ella es más rápida y de pronto me encuentro con ella. Y siento que, aunque no le quiera dar importancia, estoy sola. Sola en esto, sola en todo, sola contra el mundo. Sola ante mi ración de realidad.

lunes, 22 de marzo de 2010

Palabras en futuro.

Cada bajón llevaba tu nombre. Me obligaba a creerme que otros eran mis problemas, le daba mil vueltas a todo pero lo que en mi pasaba llevaba tu sello escondido en el reverso. No me culpes por no querer verlo, yo no te conocía, no sabía nada de ti. Siempre he dudado de tu existencia. Aún me pregunto: ¿Existes?
Quise tocar tu pelo mientras atendía a conversaciones de otras personas. Tu cabeza apoyada en mi, tus ojos clavados en la televisión, pero tu y yo totalmente conectados.
Pensaba en fumarme contigo el cigarro de después. Quería comer cosas juntos en silencio y, sobretodo, notar como tu espalda me incita a querer estar pegada a ti. También hacer todas las cosas que son normales y que juntos haríamos que fueran más normales aún. Y reirnos con solo mirarnos y saber que queremos fumar de nuevo. Tener la complicidad de saber que nos costó encontrarnos pero que quién sabe...
Siempre soñé con tener toda una primavera juntos y tener mil primeras veces de todo.
¿Cuándo?

martes, 16 de marzo de 2010

Especias.

Que cada gesto mío te parezca mágico. Que una sonrisa mía sea tu meta cada día. Que al mirarme sólo se te ocurran cosas bonitas que decirme. Que no te importe dónde, cómo y cuándo mientras sea conmigo. Que veas especial cualquiera de mis tonterías. Que al verme digas: “es preciosa”. Que sientas todo esto aunque no sea cierto. Que me mires a escondidas. Que me veas brillar entre muchas estrellas. Que te encanten mis manos. Que confíes en mí. Que al dormirte repitas mi nombre mil veces para poder soñar conmigo. Que mis defectos se conviertan en motivos para quererme cada día más. Que no necesites que escriba todo esto para saber que ya lo sentías.
Que sepas que soy yo.

punto.punto.punto.

Entre todos los secretos que he tenido me guardo uno para mí. Para cuando estoy sola, escuchando Le valse d'Amelie. Es lo único mío de verdad, lo único que me hace comprender por qué los demás nunca llegan a entenderme. También me aferro a él para seguir cuando no tengo ganas de ir hacia ningún lado. Cuando sonrío de verdad, sabiendo que toda yo sonríe, cuando sí siento felicidad. Esa felicidad que yo decía que era plena y no lo es. Cuando engañaba creyéndome mis mentiras. Cuándo creía llevar razón. Y cuando me pongo tan triste que quiero llorar y ya no puedo. Siento que estoy equivocada y me topo de frente con mi ración de realidad.

martes, 5 de enero de 2010

Escalones.

Las cuatro de la mañana. Domingo. Tú y yo sentados en un escalón, bajo un pequeño tejado, con la excusa de esperar a que deje de llover pero sabiendo que las verdaderas intenciones están muy lejos de ver escampar la lluvia.as cuatro de la mañana. Domingo. Tú y yo sentados en un escalón, bajo un pequeño tejado, con la excusa de esperar a que deje de llover pero sabiendo que las verdaderas intenciones están muy lejos de ver escampar la lluvia.

sábado, 2 de enero de 2010

Lo tengo claro.

Cada vez tengo más claro que no se quién eres. Que estás muy lejos. Que eres inalcanzable. A veces provoco el querer encontrarte en alguien conocido. Pero los engaños se quedan cortos. Mi "parte de realidad" sabe que no te conozco, que hablo de ti sin saber si existes aún.
Creo despertar y pensar, era él. Necesito alguna palabra que me haga comprender. Que intentes mostrarme que debo dejar de hablar de ti, y contigo, sin saber si eres real. Sin saber tu paradero.