martes, 5 de enero de 2010

Escalones.

Las cuatro de la mañana. Domingo. Tú y yo sentados en un escalón, bajo un pequeño tejado, con la excusa de esperar a que deje de llover pero sabiendo que las verdaderas intenciones están muy lejos de ver escampar la lluvia.as cuatro de la mañana. Domingo. Tú y yo sentados en un escalón, bajo un pequeño tejado, con la excusa de esperar a que deje de llover pero sabiendo que las verdaderas intenciones están muy lejos de ver escampar la lluvia.

1 comentario:

  1. las verdaderas intenciones están muy lejos de ver escampar la lluvia...

    ...N...

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Lo escribiste mientras viajabas...