sábado, 25 de diciembre de 2010

Verano en pleno Diciembre.

Querido Diciembre:
Vienes a visitarme y yo no se si estoy dispuesta a recibirte. A la gente le gustas, y a mi también, pero a veces me haces daño. No quiero pensar si traes contigo momentos duros o si los traes bonitos. No quiero saberlo, prefiero que te vayas mostrando poco a poco. Tengo miedo de que al irte te lleves contigo lo poco que queda en mi de la niña que fui, o soy. No se si quiero crecer. Diciembre, me haces dudar. Eres como el último soplo de tranquilidad, siempre el último, Diciembre, no te cansas de serlo. Por eso no quiero que empiezes, porque contigo todo finaliza (y comienza). Que triste es pensarte, Diciembre. Quizás cuando estoy con Agosto te añoro, pero ahora quisiera tenerte lejos. O no tenerte.
Diciembre, a veces me equivoco y por qué no va a ser este otro de mis errores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo escribiste mientras viajabas...