martes, 18 de mayo de 2010

Detalles.

Entre aburrimiento y desgana me movía, pero cogí fuerzas y me lancé a lo que esperaba que fuera una noche de sábado más. Conversaciones solitarias que te hacen sentir mejor. Cerveza. Cambio de ubicación y la cosa mejora mucho. Risas, historias tontas, miradas a escondidas y más cerveza. Algún pitillo. Conversaciones de dos, toma de contacto. Gorras. Y de pronto compartimos algo, por primera vez. Muy buenos ratos. Muchas risas. Muy bien. Una confusión por el fuego y, como recompensa, como gran recompensa, un detalle de esos pequeños que cambian la vida. Una flor inesperada con una mirada que te hace pensar: "¿En serio?".

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Lo escribiste mientras viajabas...